Rosh Hashaná: El Camino de la Justicia, el Liderazgo Auténtico y el Propósito

Rosh Hashaná es un momento de profunda reflexión, cuando cada uno de nosotros tiene la oportunidad de mirar hacia el año que pasó y buscar claridad para lo que está por venir. No es solo el inicio de un nuevo ciclo, sino una oportunidad de renovación espiritual, de acercarnos más a D-s y de entender el verdadero propósito de nuestra existencia.

En mi propia vida, el liderazgo ha sido una parte fundamental de mi viaje. Pero no cualquier tipo de liderazgo. He descubierto que el liderazgo auténtico, el que se basa en los valores y en la verdad interior, es el único que nos permite avanzar de manera significativa y genuina. A lo largo de mi camino, he aprendido que liderar con autenticidad no significa ser perfecto, sino vivir y actuar desde nuestros principios más profundos, desde nuestra esencia.

Quisiera compartir una parte importante de mi búsqueda personal por la justicia y el sentido. Vengo de Bogotá, Colombia, una ciudad vibrante pero marcada por la violencia y la inseguridad. Crecí en un ambiente donde el miedo era parte de la vida cotidiana, donde las preguntas sobre la justicia y la injusticia no eran filosóficas, sino reales y palpables.

Desde pequeña, tuve una fuerte sensación de que el mundo no era justo, lo que me llevó a buscar respuestas desde temprana edad. En esa búsqueda, decidí estudiar Derecho, con la esperanza de contribuir al cambio social a través de la ley. Sin embargo, aunque logré alcanzar posiciones destacadas como abogada en la Corte Constitucional de mi país, algo dentro de mí seguía faltando. A pesar de los éxitos profesionales, sentía un vacío que me indicaba que la verdadera justicia no residía solo en las leyes o en las estructuras externas.

Fue entonces cuando comencé a darme cuenta de que el liderazgo que buscaba, tanto para mí como para quienes me rodeaban, no tenía que ver solo con títulos o logros visibles. Lo que realmente marcaba la diferencia era cómo lideramos desde dentro, cómo vivimos de acuerdo con nuestros valores más profundos. Este tipo de liderazgo auténtico es el que, creo, tiene el poder de transformar no solo nuestras vidas, sino también las de quienes nos rodean.

Mi verdadero despertar llegó en mi primer viaje a Israel. Sentada en la mesa de una familia durante el Shabat, experimenté un sentido de paz y propósito que nunca antes había sentido. Allí entendí que la verdadera justicia, y el verdadero liderazgo, no se trataban de controlar las circunstancias externas, sino de cómo nos conectamos con algo mayor que nosotros: con D-s, con nuestra alma y con los principios que guían nuestras acciones.

Al acercarnos a Rosh Hashaná, este es el momento de reflexionar sobre cómo lideramos nuestras vidas. ¿Estamos viviendo de acuerdo con nuestra verdad? ¿Estamos actuando desde nuestros valores más profundos? El liderazgo auténtico, basado en la autenticidad y los valores, nos llama a ser responsables, no solo por nuestros logros materiales, sino por cómo enfrentamos los desafíos, por cómo inspiramos a otros a través de nuestro ejemplo.

Mi experiencia personal de conversión al judaísmo fue una lección continua en este tipo de liderazgo. Enfrenté muchos obstáculos, rechazos y momentos en los que fácilmente podría haberme rendido. Pero al vivir desde la autenticidad, al seguir conectada con lo que realmente importaba —mi deseo profundo de ser parte del pueblo judío y de vivir una vida de acuerdo con los valores de la Torá— pude superar esos desafíos. Y eso, creo, es lo que significa liderar desde dentro: no rendirse cuando la vida nos pone pruebas, sino actuar con perseverancia y verdad.

Esta misma lección me la enseñó mi hija Deborah. Cuando nació con un cromosoma adicional, el desafío fue grande. Pero en lugar de ver esta situación como una prueba externa que debía "superar", comencé a verla como una oportunidad para liderar desde el amor y la aceptación. Deborah me mostró que el liderazgo auténtico no es imponer nuestra voluntad sobre el mundo, sino aceptar la realidad con un corazón abierto y confiar en que D-s nos ha dado lo que necesitamos para cumplir nuestro propósito.

Liderar con autenticidad no significa que siempre sabemos qué hacer o que tenemos todas las respuestas. Significa que, incluso en medio de la incertidumbre, actuamos desde nuestros valores. Significa que somos honestos con nosotras mismas y con los demás, y que buscamos claridad y verdad en cada decisión.

A medida que nos acercamos a Rosh Hashaná, este es el momento perfecto para reflexionar sobre el liderazgo auténtico en nuestras propias vidas. ¿Cómo estamos liderando? ¿Estamos viviendo de acuerdo con nuestros valores? ¿Estamos guiando a los demás con integridad y verdad? El liderazgo auténtico no se trata de imponer nuestra voluntad, sino de inspirar a los demás con nuestra propia autenticidad.

Lo que debemos pedir en Rosh Hashaná no es solo éxito material o bendiciones superficiales, sino algo mucho más profundo:

  • Perseverancia frente a los obstáculos.

  • Claridad que emerge de los desafíos.

Todas las experiencias de la vida tienen un único objetivo: acercarnos a Boré Olam, que es el verdadero sentido de la existencia.

Este Rosh Hashaná, que podamos liderar nuestras vidas con autenticidad, guiadas por nuestros valores y nuestra verdad interior. Que cada obstáculo sea una oportunidad para crecer y cada desafío, un paso hacia una mayor conexión con D-s.

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